Manejar lo inesperado
Aunque no podemos predecir lo que ocurrirá en nuestro futuro, podemos planificar con antelación para lo inesperado. En momentos sin precedentes como la pandemia de coronarvirus (COVID-19), muchos se preocupan por su salud y sus finanzas. La seguridad financiera es esencial para gestionar con éxito los acontecimientos importantes de la vida, y eso significa anticipar cómo pueden afectar a nuestras finanzas los gastos inesperados, como la pérdida del empleo, una lesión o la muerte de un cónyuge.
Gastos imprevistos
Tanto si se trata de la pérdida de un puesto de trabajo a causa de un desastre natural, como de una pandemia como el COVID-19, la reparación de la transmisión del coche o una gotera en el tejado, es probable que este tipo de gastos inesperados afecten a tu presupuesto. Una forma de estar más preparado para estos imprevistos es empezar a reservar dinero. Deposita automáticamente en una cuenta corriente o de ahorro al menos el 10-15 por ciento de tus ingresos medios mensuales. Puedes ajustar el porcentaje a medida que tengas una idea más precisa de lo que realmente gastas cada año.
Otra forma de prepararse para lo inesperado es ahorrar entre tres y seis meses de gastos de manutención para lo que se conoce comúnmente como fondo de emergencia. Una forma de asegurarse de que acumula una reserva de fondos de emergencia es incluirla en su presupuesto mensual. Aparte una parte de sus ingresos cada mes, por pequeña que sea la cantidad.
A diferencia de lo que ocurre con los fondos de jubilación, querrás tener fácil acceso a tus fondos de emergencia en una cuenta de ahorro o en un fondo del mercado monetario. Es de esperar que nunca lo necesites, pero en caso de que lo hagas, te alegrarás de que esté ahí.